Desde pequeña siempre he tenido una piel muy complicada. Tanto en invierno como en verano tenía que, literalmente, "untarme" en cremas por uno u otro motivo. Siempre podía no hacerlo, pero las consecuencias hacían que cualquier molestia en proteger mi piel mereciera la pena con creces. Aun recuerdo aquellas
cremas solares del pasado que tanto he llegado a odiar, con olores ultra perfumados y molestos, de textura endiabladamente untuosa y blanquecina, haciendo mi piel grasienta y de color fantasmal. Hoy os hablo de una
nueva generación de fotoprotectores, de la mano de un laboratorio exclusivo de farmacia y que podemos considerar desde ya "el nicho de la protección solar". Si nunca pensaste que el fotoprotector pudiera llegar a ser un cosmético
TAN agradable y beneficioso de usar, necesitas leer esta entrada.