Si hay un producto cosmético que cause especial expectación entre las mujeres de cara al verano, ese es sin duda el anticelulítico. Es curioso como un producto tan demandado, forma parte de un problema que a día de hoy sigue siendo generando tantas confusiones y prejuicios entre, principalmente, las mujeres.
Por no decir que pese a todo, ¡Es un tema bastante tabú!
Y no es que sea precisamente algo que afecte a pocas, ya que de hecho en realidad afecta a casi cualquier persona que sea persona; incluidos los hombres. La única diferencia es que por cuestiones genéticas a unos les llega antes que a otros, o dicho de otra manera; en unos es más evidente que en otros. Pero al final todo el mundo termina cayendo, en mayor o menor medida, en esa pesadilla que tantos temen gracias a un interesado uso de la información por parte de la publicidad y el marketing.
Para el día de hoy quiero hablaros un poco de este tema que tanto me apasiona, no sólo en sí por la increíble variedad de productos y "remedios milagrosos" que invaden el día a día de toda mujer, sino también para intentar esclarecer algunos puntos de importancia y resolver algunas dudas que aun a día de hoy, creo que son muy comunes. Si te interesan este tipo de entradas, puedes ver otras del mismo estilo en
El Dilema de las Siliconas y
El Dilema del Shampoo para Caballos.
Me animé a querer escribir sobre ello hace algo más de un año, cuando por estas fechas aparecía una "escandalosa noticia" sobre la supuesta celulitis de la actriz Scarlett Johannson. No fueron pocas las personas que salieron a promover la noticia, a menudo mujeres, que se regodeaban de no tener "esa celulitis de caballo".
Me sorprendió el impacto mediático que podía tener algo tan insustancial, basado encima en falsas creencias y prejuicios, y que además fuera usado como arma arrojadiza precisamente entre mujeres, cuando muy pocas mujeres en el mundo son 100% libres de celulitis.