Como ya os comento en el vídeo, hoy os traigo un pequeño tutorial de cómo trabajo en mí una "piel perfecta" cuando voy a realizar un
maquillaje completo. Como "piel perfecta" cada uno entenderemos seguramente diferentes cosas; para mí significa una piel
sin imperfecciones, con una
tonalidad lo más homogénea posible, pero que a la vez no pierda ese
aspecto radiante y con volumen que tiene nuestra piel al descubierto cuando se encuentra hidratada y cuidada. En resumidas cuentas, es lo que entenderíamos por una
"piel de photoshop", sólo que con la ayuda única del maquillaje.
Quería comentaros que para el tutorial he escogido un día en el que estaba especialmente cansada y con granitos, a causa del estrés, con ello no es que quiera justificar cómo estoy en el antes; sino todo lo contrario, mostraros que yo al igual que vosotras no siempre voy con mi mejor cara pero que el maquillaje os podrá solucionar el problema siempre en un santiamén. Quería que se notara el cambio, para que así pudierais ver de una forma más realista esa transformación.
¡Creo que hay bastante diferencia entre el antes y el después! Sobre todo quiero transmitiros en esta serie de entradas algunos
trucos de maquillaje, a modo de consejo, ya que como digo no hay nada escrito y también los productos y las técnicas suelen ir innovándose con el paso del tiempo.
Otro gran reto es siempre
cómo maquillarse los ojos, sin duda es otro de los clásicos handicaps a la hora de que un maquillaje resulte perfecto, pero este tema en concreto no quiero tratarlo de momento; ¡No obstante os dejo un ejemplo de cómo en una piel trabajada el resultado es siempre mejor! El look que veis es el que realicé inspirado en Eva Green ese mismo día.