Una de las principales causas de consulta médica, sobre todo en mujeres que se encuentran en etapa fértil y embarazadas, es la aparición de la famosa cistitis. Tiene lugar especialmente durante los meses de calor y es uno de los principales problemas de salud a los que se enfrentan miles de mujeres de todo el mundo; un problema que además parece ir en aumento por diferentes factores como el estilo de vida, la alimentación o el estrés. Seguro que conoces a alguna amiga o familiar que sufre de cistitis, o incluso alguna vez has pasado por esta enfermedad tan molesta. Y lo peor no es eso, sino que tiende a cronificarse una vez ha aparecido.
La cistitis o infección de orina no complicada es una infección de las vías bajas urinarias, causada frecuentemente por la bacteria Escherichia Coli. En menor proporción puede estar provocada por el Staphylococcus saprophyticus y otras enterobacterias.
Se calcula que alrededor de 1/3 de las mujeres padecen al menos una infección de este tipo a lo largo de su vida, cifra que parece ascender en los últimos años en los motivos de consulta en atención primaria y por ello se considera un problema de salud pública.
Pero el problema real no es su incidencia, sino que está observando que existe una alta tasa de cronificación, lo que conlleva una disminución de la calidad de vida de numerosas mujeres e incluso puede llevar a complicaciones graves como la pielonefritis, al deteriorarse los tejidos infectados y poder ascender la bacteria desde la uretra hacia la vejiga, los uréteres y los riñones.
En los hombres también tiene lugar este tipo de infecciones, aunque parece que por causas anatómicas (la uretra se encuentra más expuesta en la mujer y es más cercana al recto) es menos frecuente.
¿Qué puede provocarla?
En las mujeres la colonización de la uretra por patógenos tiene lugar principalmente por el desequilibrio del pH ácido que tiene lugar en la vagina. Este medio ácido actúa com protección natural contra las bacterias, gracias la producción de ácido láctico por parte de los lactobacillus. Otra protección natural a través del pH en las vías urinarias se da gracias a la acidez de la orina.
El desequilibrio del pH y de los lactobacillus, que forman parte de la flora vaginal, son la causa más frecuente de infección; salvo cuando ha tenido lugar la colocación de una onda vesical.
Otro mecanismo que participa en la colonización es la capacidad de adherencia de las células epiteliales de las vías urinarias frente a las bacterias.
A nivel general, se ha visto relacionada con:
- Diabetes
- Embarazo
- Menopausia
- Alteraciones hormonales
- Uso de progestágenos (píldora anticonceptiva y DIU)
- Sedentarismo (pasar largas horas sentado)
- Mala alimentación y consumo pobre en agua
- Alto consumo de alimentos ricos en azúcar
- Estrés
- Uso de ropa interior de lycra y otros tejidos que transpiran poco
- Uso de pH íntimos
- Higiene íntima escasa o excesiva
- Mala higiene durante la menstruación
- Descuido de la zona íntima, dejándola húmeda durante largas horas
- Sumergión en aguas con pHs mal controlados
- Uso de perfumes y/o colonias en ropa y/o zona íntima
- Temperaturas extremas
- Prácticas sexuales frecuentes
Cistitis y sexo
Un alto porcentaje de la población relacionan la cistitis con la práctica sexual. Que el sexo esté relacionado con la cistitis no implica que sea una enfermedad de transmisión sexual, de hecho la infección está provocada por bacterias que forman parte del tracto digestivo de la paciente que migran a la vagina.
Determinados tipos de prácticas sexuales pueden provocar la cistitis, debido a la aparición de traumatismos en la vagina. También es común la aparición del episodio al iniciar relaciones con una nueva pareja. Por ello, si los episodios se repiten pese al cumplimiento total del tratamiento y los consejos para evitar las recaídas, es conveniente que la pareja sexual se realice un análisis de orina.
Determinados tipos de prácticas sexuales pueden provocar la cistitis, debido a la aparición de traumatismos en la vagina. También es común la aparición del episodio al iniciar relaciones con una nueva pareja. Por ello, si los episodios se repiten pese al cumplimiento total del tratamiento y los consejos para evitar las recaídas, es conveniente que la pareja sexual se realice un análisis de orina.
Síntomas de que estamos ante una infección de orina
Ante la duda de una posible cistitis, lo mejor es siempre acudir al médico de cabecera y dejar registrado cualquier episodio que pueda tener lugar por si pudiera darse una complicación o enfermedad asociada a la infección de orina. En numerosos casos se cronifican debido a un mal seguimiento del paciente en el historial médico, por la automedicación o un incorrecto cumplimiento de las pautas indicadas por el médico de familia.
Conviene conocer los síntomas, pero sin tomar decisiones propias sin haber acudido previamente al profesional correspondiente.
Entre los síntomas más frecuentes, están:
- Orina turbia o con sangre (piuria y hematuria)
- Orina con mal olor
- Quemazón, dolor o escozor al orinar (disuria y tenesmo)
- Incontinencia urinaria
- Dolor abdominal o lumbar
- Fiebre y escalofríos
- Vómitos y náuseas
- Irritabilidad y dificultad para dormir
Consejos para el tratamiento y prevención de episodios
El adoptar determinadas medidas no sólo pueden ayudar para tratar los síntomas tan incómodos que forman parte de la infección de orina, sino para prevenir los episodios y evitar caer en la cronificación.
Estos consejos en ningún momento son sustitutos del tratamiento pautado por el médico de familia, urólogo o ginecólogo, pero sirven como ayuda y refuerzo:
- Cumplir con las horas de sueño, el descanso es importante para curarse de cualquier enfermedad y fortalecer el sistema inmune.
- No pasar demasiadas horas sentada, compensarlo con andar y estar tumbado si por motivos laborales no se puede evitar.
- Usar ropa interior de algodón, evitar tangas, ropas muy apretadas y tejidos que no transpiren bien (lycra , por ejemplo).
- No usar jabones íntimos, sólo agua templada.
- Cuidar la higiene especialmente durante la menstruación.
- Evitar el uso de tampones y determinados tipos de compresas (preferentemente, es mejor que sean a base de 100% algodón) durante la menstruación.
- Nunca contener la orina, pero tampoco forzarla.
- Tras orinar, siempre limpiar de adelante hacia detrás, con papel higiénico que no esté perfumado.
- Tras cada ducha, secar bien la zona.
- Nunca debe quedar la zona íntima húmeda y cálida, por lo que hay que tener cuidado de cambiar el bañador tras sumergirse en la playa o la piscina.
- Evitar la ropa apretada y/o con tejidos que no transpiren bien.
- No usar detergentes o suavizantes perfumados en la ropa íntima.
- Beber mucha agua (de 1 a 2 L diarios).
- Tomar alimentos antiinflamatorios (muy interesante informarse sobre la dieta de la zona en estos casos). Alimentos como el limón, perejil, apio, hierbabuena, cebolla, ajo, tomate o zanahorias puede ayudar.
- Evitar tomar azúcar refinado y alimentos que la contengan. Evitar el chocolate y la fritura. Se ha demostrado que la alimentación y las alteraciones gástricas tienen qué ver con la cistitis.
- Tras las relaciones sexuales, orinar siempre y limpiar la zona con agua templada. Secar.
- Ante una cronificación muy grave y prolongada en mujeres que tomen anticonceptivos orales, plantearse el abandono de ellos, ya que el efecto de este tratamiento hormonal supone un cambio en el flujo vaginal que puede hacer propensa a la mujer a padecer de infecciones bacterianas y fúngicas.
- Arándano rojo fresco o en cápsulas. Más información aquí.
- Utiliza restauradores de la flora vaginal, por ejemplo Geliofil.
- Usar blastoestimulina en óvulos cada noche durante el episodio de infección.
¿Has pasado por ello o conoces a alguien que haya padecido de cistitis?
¿Hay algún consejo que incluirías en esta lista?
Nunca he tenido este problema así que no lo conocía en detalle. No sabía por ejemplo que la causante podía ser la Escherichia Coli. Me ha resultado interesante tu post.
ResponderEliminarEstoy de sorteo en el blog por si te apetece pasarte. Besoss
Muchas gracias por comentar guapa, me alegra saber que te resulta de interés! Un beso!
EliminarGran entrada.
ResponderEliminarYo nunca he padecido de infección de orina ni cistitis pero mi sra madre siempre ha sido propensa a ello y los óvulos que comentas le ayudaron mucho en su momento, eso y mucha agua para que se depure todo.
Un beso.
Gracias como siempre guapa!!! Un abrazo!
EliminarAfortunadamente no es un problema que haya padecido pero mi madre sí y para prevenir le han aconsejado tomar arándanos.
ResponderEliminarDurante una temporada tuve bastantes cistitis, encadenaba una tras otra. El mismo médico me aconsejó que tomase zumo de arándano rojo. Lo compré en el herbolario y tomaba un vaso diario(no tenía nada que perder). No esperaba gran cosa la verdad, pero lo cierto es que resultó.
ResponderEliminarSin duda alguna es un problema muy molesto, y lo peor es que una vez se tiene es fácil que se cronifique y vaya encadenándose. Yo también he pasado por ese problema y conozco a tanta gente que también que sentía que tenía que escribir este post. Ahora mismo ando precisamente con los arándanos! Un beso guapa!
EliminarMe había reservado esta entrada para leerla con calma y tranquilidad. La pasada primavera me pasó algo curioso, llevaba una semana entera con fiebre y sin ningún síntoma que indicara infección, gripe, dolor... Entonces me encontré con una desconocida para mí: la infección de orina. Creo que no volví a tener episodios (aunque el médico me dijo que a veces la teníamos sin percatarnos), pero ahora soy muy cuidadosa con este tema, y por eso valoro muchísimo esta entrada. Gracias por orientarnos en salud con base y fundamento. Estar bien informadas de cómo funciona (y reacciona) nuestro cuerpo es fundamental. Un abrazo!!
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