15 de mayo de 2017

10 errores comunes al comprar un cosmético


A la hora de comprar cosméticos, existen una serie de creencias irracionales o prejuicios muy generalizados entre las consumidoras. Probablemente, todas somos o hemos sido víctimas de ellos. En esta ocasión, te enumero los 10 errores más comunes que aconsejo evitar a la hora de comprar un cosmético y, que, probablemente, te ayude a invertir en cuidado facial de forma más acertada.

    Comprar la molécula

"Es maravilloso, porque dice que lleva colágeno"

Es frecuente el eslogan de "con vitaminas C, A, D..." y cuando observas la presencia de estos ingredientes, se encuentran en concentraciones mínimas. Otro engaño frecuente es el vender una molécula "milagro" que sin embargo no ha demostrado eficacia alguna, porque no se absorbe, o al menos no en concentraciones significativas. Como pasa con el colágeno en las cremas, la queratina o la biotina en los champús.

Otra trampa frecuente es captar la atención con una molécula que se presenta en un estado no absorbible, como pasa con el ácido hialurónico.

Las etiquetas, por lo general, corresponden con el marketing. A menudo no tienen sentido y son más que nada formas de captar la atención creando la ilusión de que si "suena científico" es que funciona.

    Pensar que es bueno porque es caro

"Porque si es caro, por algo será."

Craso error. A menudo el precio elevado de un cosmético se justifica por la campaña de marketing que hay detrás. No por estudios serios, ni por los ingredientes. Muchos dermatólogos apuntan que los cosméticos que rebasan cierto importe, son un engaño absoluto. Algunos establecen el límite en los 30-40€, otros un poco por encima.

Lo que es innegable es que aun a día de hoy existe una falsa asociación de ideas entre caro = mejor. Lo cual está directamente relacionado con el famoso efecto placebo al que nadie está exento.

    Decantarse por el olor 

"¡¡Es que huele tan rico que dan ganas de comérselo!!"

Si no tienes una piel reactiva, no pasa nada; mientras no te pille en un día que andes con el sistema inmune un poco "a flor de piel". Un cosmético no tiene por qué oler como si te aplicaras un perfume o como si estuvieras comiendo un dulce.

Es algo deseable, pero no aconsejable. Tu piel no interpreta esos estímulos de forma positiva.

    Su efecto es inmediato

"Al momento desaparecieron las arrugas y la piel luce más luminosa, ¡Como por arte de magia!"

La magia no existe. Y si lo parece es porque seguramente tiene algún tipo de "magia encubierta". Pero un cosmético de uso doméstico rara vez hace efecto inmediato, y si lo hace, algo está pasando que nos debe hacer reflexionar.

Los cosméticos habitualmente incluyen ingredientes que embellecen de forma decorativa la piel. Las siliconas dan una visible sensación de piel más lisa y luminosa. Las partículas de elementos de origen mineral pueden aportar luz a la piel, y nuevamente estaríamos ante el mismo caso. Pero eso no quiere decir que ese efecto estético se deba a una mejoría cualitativa de la piel.

    Elegirlo porque es natural

"...Y es buenísimo, porque es natural y no contiene químicos ni porquerías."

Numerosos ingredientes de origen natural no sólo no traen o aportan beneficio alguno, sino que en muchos casos hasta es peor el remedio que la enfermedad. Los ingredientes naturales no tienen la pureza y especificidad de los que están extraídos y concentrados en un laboratorio. Y que por ende, son siempre más seguros.

Así que muchos ingredientes naturales pueden ser altamente peligrosos, sobre todo en pieles reactivas.

    Da sensación de frescor

"Nada más aplicarlo da esa sensación de frescor y limpieza que hace mi piel sentir calmada."

No es que calme la piel, sino que el olor y el "consquilleo" que este tipo de ingredientes provocan lo interpretamos como eficacia. Lo cual no deja de ser una estimulación de la piel que, por lo general, es algo más bien a evitar.

Es por ello que muchas pomadas y cremas para los dolores musculares incluyen este tipo de ingredientes, como el canfor o el mentol. Los cuáles creemos que llega al músculo y lo relaja. Nuevamente, efecto placebo.

    Escogerlo por un packaging bonito

"Además, este frasquito en forma de rosca lo hace ideal y muy práctico."

Algo muy común en las cremas de contorno o las mascarillas faciales. Ya no hablemos de los recipientes en forma de sobre, que no aíslan para nada de la temperatura y en algunos casos tampoco de la luz.

Los envases y los aplicadores hay que contextualizarlos. Pero, desde luego, los envases tipo rosca son de todos los menos higiénicos y por lo tanto los menos aconsejados para que un cosmético mantenga sus propiedades.

    Fiarse del etiquetado

"...indicado para pieles sensibles."

Y lleva un kilo de fragancias, por ejemplo. Es algo muy habitual en la cosmética comercial y la natural el hacer prescripciones al aire, y luego encontrarnos con este tipo de ingredientes. Ya que los aromas ejercen ese efecto placebo que a todos nos gusta: y eso se traduce en ventas.

Asociamos a menudo el aroma a rosas con el tratamiento de pieles sensibles, los cítricos con pieles más grasas. Pero nuevamente, todo esto es placebo, ya que las fragancias en la piel no tratan; de hecho, perjudican.

Por eso, ante situaciones complejas, mejor seguir el consejo de tu médico o de un farmacéutico especializado en dermocosmética. No olvides que el marketing está hecho para vender, pero no responde a los problemas de salud.

    Cuanto más mate la piel, mejor

"...esta crema me deja la piel ultra mate, así que mejor para mi piel grasa y acneica."

Algo muy común en este tipo de pieles. A menudo existe una falsa asociación con que las pieles grasas y acneicas hay que tenerlas literalmente secas como una pasa. Sin embargo, cada vez queda más claro que muchos aceites no sólo no son comedogénicos, si no que pueden ayudar al tratamiento de este tipo de pieles.

Es más, ingredientes como los antioxidantes o el ácido hialurónico cada vez dejan más en evidencia que ayudan a que la piel esté más saludable y la cicatrización sea más óptima. Por lo que son útiles a nivel tanto preventivo como para resolver de forma más efectiva los brotes que puedan aparecer.

    Dejarse seducir por ingredientes glamourosos

"...y además, contiene oro".

No somos joyas, los metales como el oro o la plata, no sólo no aportan nada sino que sensibilizan la piel. Por lo que más bien, lo interesante sería escapar de ellos.

Creo que todos o casi todos hemos caído en este tipo de "trampas" de la enorme industria de la cosmética, así que me parecía interesante destacar todos estos fallos tan frecuentes. Espero que os haya resultado de interés y que no olvidéis compartir vuestras impresiones y anécdotas.

¿Qué te han parecido estos consejos?
¿Te has sentido identificada con alguno de estos casos?
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15 comentarios

  1. Hola Julia,
    Me parece una entrada fantástica, pero me gustaría sabe en qué nos debemos fijar a la hora de comprar un cosmético..porque si no podemos fiarnos del etiquetado, que esté testado para pieles sensibles, que sea natural, que contenga la molécula que buscamos (porque la amplia mayoría no sabemos ni la conentración, porque nunca lo pone en el envase ni en qué estado debe venir para que sea efectiva porque no somos licenciadas en química....).
    Dime....¿qué tenemos que tener en cuenta a la hora de comprar un cosmético? Muchas gracias y enhorabuena por tu blog!!!! Besoss

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  2. una entrada super útil. Me acabo de dar cuenta que cometo varios errores al elegir mis productos. Gracias por el post

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  3. O sea que el colageno y la queratina no se absorben a través de los cosméticos?

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    Respuestas
    1. En realidad, la mayoría de la cosmética no atraviesa la epidermis, que básicamente lo que necesita es limpieza, hidratación y regular la grasa. Luego están las cremas de farmacia, que penetran algo más, y los aceites esenciales...que también... pero piensa que el colágeno son unas fibras que están bastante profundas en la piel... así que.. de poco va a servir que una crema tenga colágeno...

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  4. es cierto que por el packaging muchas veces nos dejamos llevar jeje

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  5. Sí me he sentido identificada con unos cuantos.

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  6. ¡Bravo! Un artículo maravilloso y muy científico que refleja lo que siento ante toda esa publicidad engañosa. Sería genial si hicieses un artículo con qué buscar en una crema. Por cierto, me encanta el giro que le has dado al blog.

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  7. ESTUPENDOS CONSEJOS, ENTRADA MUY COMPLETA Y TODO MUY BIEN EXPLICADO. COMO SIEMPRE UN PLACER LEERTE. UN BESAZO

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  8. Gracias Julia por este post. Me encanta leerte.

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  9. Me ha gustado el post. Como ya te han comentado, sería muy útil que nos explicaras cómo elegir una crema, en qué fijarnos, cómo lo haces tú para procurar no caer en estos errores. Un saludo guapa!

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  10. Muy interesante! Es importante fijarse en todos estos detalles para no comprar por el marketing, sino por lo que realmente nos interesa.

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  11. Huyo cuando cantan cosas como caviar, diamante, etc. Lo de que indique para piel sensible y luego no case con el INCI me parece más grave, es una necesidad saber leer etiquetas. Me ha pasado recientemente comprar un producto a precio asequible (tampoco es lowcost) que me ha funcionado mucho mejor que otros que me habían costado el doble.

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  12. Que interesante, muchas gracias!! Podrias decirnos en que deberiamos fijarnos al buscar un cosmetico por fa , gracias :)

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  13. Una entrada muy buena. Estoy totalmente de acuerdo con tus afirmaciones. Las etiquetas de los productos lo aguantan todo, es la lista de ingredientes la que dice la verdad. El problema es que no tod@s sabemos interpretarla 😞. Muchas gracias por la info!!! 😘😘😘

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