Un día con Beautyvictim por Madrid

¡Hola reinas! Como ya sabréis las que me seguís la pista por las redes sociales, hace unas pocas semanas pasé una Jornada Beauty con Inma, conocidísima periodista de belleza y fundadora del blog Beautyvictim. En alguna ocasión seguro que ya os he comentado lo mucho que me ilusionó conocerla, ya que fue el primer blog de belleza que conocí cuando si quiera me planteé abrir esta casita en la que hoy nos leemos. Además la considero una figura muy importante, no sólo por encabezar uno de los blogs más antiguos y representativos de España, sino además por ser pionera del periodismo de belleza en formato blog. Dicho esto, paso a relataros las intríngulis de este día con todo lujo de detalles.

Pero, ¿Qué es una Jornada Beauty? No, no es un evento, ni una quedada, ni nada parecido. Como os comento, para mí todo lo que Inma sabe y cuenta sobre belleza tiene mucho peso. No es alguien recién llegado a este sector, sino todo lo contrario, es todo un referente. Hace unos meses hablábamos sobre Madrid, que para mí es como una segunda casa, sobre lugares de visita obligada y que "jamás de los jamases" me debía perder. Pero cual fue su sorpresa cuando vio que yo, ¡No conocía ninguno! Así que Inma me prometió que un día íbamos a pasar un "día de chicas", conociendo sus rincones favoritos. Con el ajetreo del día a día la propuesta se fue olvidando por parte de ambas, pero aprovechando una de mis últimas paradas en la capital, me sorprendió con este día tan especial que hoy os cuento.

Nuestra Jornada Beauty no fue un día para estar perfectas o lucirse, sino más bien lo contrario, un día para repararnos del día a día y dedicarlo a nosotras mismas. Cosa que veo necesaria para todo ser humano. Por ello no íbamos ni maquilladas, sino preparadas para hacer un "stop" en el camino y mimarnos pero de verdad. Os advierto que durante este día no iba nada glamourosa, creo que es lo lógico cuando vas a hacerte una "puesta a punto". Las blogueras os hablamos frecuentemente sobre muchos consejos de belleza, pero a veces nos olvidamos de que nosotras mismas somos igualmente humanas y luego no llevamos a la práctica todo lo que contamos. Ese es mi caso. Llevaba meses con mucho estrés, durmiendo mal, y entre una cosa y otra mi piel estaba muy resentida.

Así tal cual, me puse en las manos del centro de belleza de Felicidad Carrera. Os pienso hablar de esta experiencia detenidamente ya que creo que a muchas os puede ser de gran ayuda.

Creo que no me equivoco si os digo que el concepto de limpieza facial lo he aprendido en este salón. Las limpiezas que me habían realizado hasta la fecha se quedaban a mitad de camino, por no decir que las sensaciones y resultados son muy diferentes. Por primera vez me han realizado también un diagnóstico que considero bien argumentado y fiel a mi caso. Ya a día de hoy llevo tres semanas poniendo en práctica una serie de pautas para cambiar el estado de mi piel (hábitos alimenticios sobre todo) y estoy notando más resultados que con ningún otro cosmético. Como decía Inma: Felicidad Carrera es un lugar en el que todas debéis hacer una parada en el camino. Os lo aseguro.

El siguiente paso fue ni más ni menos que una peluquería de gran prestigio en Madrid: la Maison Eduardo Sánchez. No os exagero cuando os digo que llevaba una década sin pisar una peluquería, así que os podéis imaginar cuánto confío en Inma (jajajaja).

Me lancé de este modo a que me realizaran un corte y peinado, que son los dos asuntos más delicados para mí en cualquier peluquería. El primero porque nunca dan con lo que quiero, el segundo porque nunca me han realizado un peinado sin dañarme el cabello y echarme varios kilos de laca.

Pues ni una cosa ni la otra. Para comenzar el trato impecable, da gusto entrar en una peluquería donde el personal está tan perfectamente cualificado para responder a todo tipo de necesidades. Me sorprendí por los cosméticos que aquí usan, ya que algunos no los conocía para nada, como es el caso de Leonor Greyl, y otros, como es Kerastase, son para mí cosmética de nicho en cuanto a cabello se refiere.

Me cortaron hasta "cuatro dedos", pero con una maestría que aun semanas después sigo agradeciendo lo bonito y saneado que ha quedado el cabello. Para mí, ha sido el mejor corte que me han dado nunca; ya que se ajusta a la perfección a mi estilo, a lo que me gusta, dando un cambio a la forma a la caída de mi cabello pero sin alterar mis gustos.

Aquí podéis ver un "antes y después" en el que creo que todas coincidiréis conmigo en que el cambio ha sido suave pero para mejor, sin cambiar el estilo que me gusta llevar. Las que sois fans del cabello largo sabéis lo difícil que es dar con un peluquero que no caiga en hacerte una locura, cortar de más o pretender cambiar tu estilo. Como ya os digo no es el caso, es de hecho la primera que me dan justo lo que buscaba, ni más ni menos, sin sorpresa alguna.

Las uñas también iban a tener su protagonismo durante este día, por lo que Inma me llevó a su manicurista de confianza, en el salón Nenha Nails. Sin duda un lugar de referencia que aconsejo conocer a toda Nail Addict que se preste, ya que los diseños que aquí son capaces de realizar son impresionantes.

Al igual que me ocurre con el cabello, con las uñas soy también muy clásica. Tampoco eso quiere decir que sólo opte por uñas lisas, así que tras un buen rato investigando esmaltes con Inma me decidí por el tono 367 Vintage Wine de Essie. Ya sabéis de sobra que esta firma es mi favorita para las uñas, pero ya si a eso se le añade un tono oscuro con mini destellos de algún tipo, caigo rendida.

El tono Vintage Wine es un rojo vino, muy oscuro, con miles de destellos dorados en él. El resultado final no me pudo parecer más elegante y limpio. Por no decir que la manicura permaneció impecable durante una semana.

Hicimos una parada para enseñarme de paso un lugar impresionante: Platea. Conforme entras, parece una frutería coqueta y de grandes dimensiones. Pero al adentrarte descubres que este lugar da paso a otro más impresionante: todo un salón de dos plantas en cuyo centro se dispone un patio lleno mesas y rodeado por multitud de restaurantes y puestos de comida de todos los tipos.

En esta ocasión no terminé muy contenta con mi elección: un menú de comida japonesa. Sin duda si visitáis este lugar os animo a que probéis comida más tradicional, como hizo Inma. Si sois fans de la comida japonesa os recomiendo encarecidamente el restaurante Musashi. Tiene unos precios más económicos y es de la mejor comida japonesa que he probado nunca.

También visitamos Mama Framboise, un local muy vintage y coqueto que nada más entrar en él te conquista. Pecamos con algunos de sus macarons y unos zumos naturales que estaban deliciosos. Sin duda un lugar muy especial que os recomiendo visitar si os llama la atención la repostería francesa.

Finalmente hicimos parada en un lugar que fue para mí total sorpresa y que se trata de un centro de masaje tailandés en pleno centro de Madrid. Fariolen Manila es un centro de masajes que mantiene la técnica y principios orientales para realizar tratamientos corporales que solucionen multitud de problemas.

En mi caso, había estado visitando meses atrás a un fisioterapeuta, ya que las largas horas frente al ordenador y los estudios hacen auténticos estragos. Sin embargo los cambios habían sido suaves y no terminaba de ver un resultado contundente.

Os anticipo que la técnica oriental nada tiene qué ver. No es un masaje de placer, pero la sensación con la que terminas para mí ha marcado un antes y un después. Las contracturas que sufro habitualmente en la zona de los hombros y las escápulas desaparecieron por completo. Y lo más interesante: el efecto ha durado así durante semanas. Por si fuera poco los precios me parecen más que razonables, así que por descontado os confieso que pienso tener este lugar como mi centro de referencia a partir de ahora.

Y aquí, terminó nuestra jornada de belleza. Como digo fue un día intensivo de descubrimientos continuados, teniendo la oportunidad de conocer en efecto lugares que considero de total referencia desde el momento en el que los pisé. He considerado importante el compartir esta experiencia con vosotras; igual que Inma confió en que me encantarían estos lugares y dedicó su tiempo en enseñármelos, qué menos que compartir ahora lo que he visto y aprendido con vosotras. Así que con total seguridad os digo que si tenéis algún problema de la piel, necesitáis acudir a una peluquería, realizaros una manicura o un masaje en Madrid, con total garantía os recomiendo los sitios que hoy os presento.

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